Vivimos en la era del Big Data pero, al contrario de lo que pensábamos eso no significa que tengamos acceso a grandes explotaciones de datos sino que vemos cómo se ha transformado en que las agencias gubernamentales y las compañías utilizan nuestros datos, a veces obtenidos de formas poco claras, en su propio beneficio, sin que en muchas ocasiones el usuario sea consciente de esa captación de datos.
A aquellos que aún no eran conscientes vieron como PRISM o Cambridge Analyticales abrían los ojos. Si no comenzamos a cuidar qué datos proporcionamos y a exigir nuestro derecho a la intimidad el problema continuará creciendo. Un ejemplo paradigmático de este abuso es el entorno Android, en el que Google maneja cada aspecto de nuestro dispositivo y es capaz de saber qué hacemos en cada momento.
Cada uno de nuestros movimientos
Google (pero no solo Google) tiene una capacidad casi ilimitada de obtención de datos de sus usuarios, se trata de pequeños datos, que no tienen por qué incomodarnos por separado, una ubicación, una página visitada… El problema es que Google es capaz de enlazar cada uno de esos datoshasta crear un perfil tremendamente detallado de cada uno de sus usuarios.
A muchos usuarios les parecer útil que Google sea capaz de adivinar que quieren ir al aeropuerto cuando abren el navegador sin teclear nada o que les pueda recomendar anuncios basándose en su historial de compras. Pero olvidan que tras esos datos se esconde que Google revisa sus correos y obtiene información personal de ellos para su explotación posterior, y eso es solo lo que está a la vista.
Esta capacidad de inmiscuirse en nuestras vidas se dispara exponencialmente en el caso de Android, ya que a todos los datos que ya obtiene de sus usuarios Google puede añadir sus hábitos diarios, lugares que visitan, aplicaciones usadas, … Google es el gran hermano de nuestras vidas.
Esto no tiene que ser un problema si se realiza de forma transparente y consentida, que Google obtenga esos datos no implica que los use para nada que no sea sus perfiles de publicidad.El problema es que esa captación no es tan transparente, ni lo es su uso, almacenamiento y posterior explotación.Y no solo eso, también está la seguridad ya que un tercero, ya sea un empleado de Google o un hacker,podría acceder a nuestras vidas. Alguien que acceda a los datos de Google sabrá cuando estamos en casa, cuando estamos en el trabajo o qué viaje tenemos planeado.
Buscar compromisos
Desembarazarse de esta vigilancia en un entorno Android es sino imposible, muy costoso, pero es fácil reducir la capacidad de Android para obtener datos de nuestra vida.Existen cambios que podemos realizar que aumentarán nuestra privacidad, cada usuario debe buscar su compromiso entre comodidad y privacidad:
- Utilizar un buscador alternativo, hay buscadores como DuckDuckGo que protegen la privacidad de sus usuarios.
- Cambiar de proveedor de correo electrónico, de contactos o de calendario, no se debe olvidar que cualquier servicio gratuito siempre obtendrá algo a cambio.
- Evitar vincular el teléfono con nuestra identidad real de Google, si utilizamos una segunda cuenta para el teléfono Google no podrá vincular nuestros datos.
- Utilizar un navegador que no guarde registros y acceder a los datos vía web siempre que sea posible, ya que las aplicaciones ejecutan servicios que sirven para registrar nuestra actividad.
No hay que preocuparse solo de Google
El escándalo de PRISM, que conocimos por las revelaciones de Snowden, nos reveló que los fabricantes introducen puertas traseras que son utilizadas por las agencias gubernamentales, esto no ocurre exclusivamente en nuestros teléfonos, sino en los equipamientos de red del proveedor de internet. Estos proveedores de internet también acceden al contenido de nuestras comunicaciones. En ambos casos lo recomendable es utilizar una buena conexión VPN para garantizar la integridad de los datos e impedir que terceros accedan a su contenido.
Conclusiones
Durante un tiempo hemos intercambiado nuestra privacidad por la promesa de un servicio gratuito, los usuarios cada vez son más conscientes de que estos datos pueden suponer una amenaza para su privacidad y su seguridad. En el caso de Google el problema empeora por su presencia en Android, siguiendo los consejos de este artículo podremos conseguir reducir la huella de datos que dejamos en internet.