En tiempos de crisis hay 2 cosas que pueden ayudarte a sobrellevarla o bien superarla, la creatividad como factor innovador y la publicidad en factor de aumentar tu número de ventas. Ross Harper y Ed Moyse recién graduados de la universidad de Cambridge, combinaron estos 2 factores y lograron superar la crisis que tenían.
Estos 2 estudiantes de 21 y 22 años respectivamente, al finalizar su carrera universitaria, tenían una deuda de 50.000 libras además de enfrentarse al nuevo y competitivo mundo laboral. Al verse en esta situación nació el proyecto “Buy my Face” (Compra mi cara).
El proyecto es tan básico como lo describe su título, las marcas tienen la posibilidad de comprar anuncios que verán luego pintados en las caras de estos 2 chicos. Desde el lanzamiento del proyecto, ha sido todo un éxito, han recibido una gran cantidad de solicitudes de marcas interesadas en optar por este nuevo e innovador “medio” de publicidad.
Lo interesante del proyecto es que combina muchos factores, que si nos detenemos a analizarlos, realmente es una muy buena opción de publicidad.
Primero que nada, al pintarse el logo o slogan de una marca en sus caras, son el centro de atención por donde vayan, siempre los van a mirar, van a querer detallar, indagar porque tienen pintado eso en sus caras y la gente prestara atención a esta peculiar forma de publicidad.
El modelo de Buy my Face no es solo salir a la calle y mostrar sus caras pintadas, detrás de este simple proceso hay un gigantesco feedback haciendo uso de redes sociales, la página de buy my face , y el blog, donde van comentado cuestiones de sus contratos y van montando las fotografías de sus caras pintadas y el proceso detrás de ello.
Todo este conjunto, de salir a la calle, causar ruido en redes sociales, tener un blog de respaldo y realmente ser beneficioso para las marcas que lo contratan es un claro ejemplo de cómo la creatividad de estos dos chicos, los ayudo a salir de la crisis y a reunir en solo 10 días más de 3.500 libras. Sin duda un modelo de publicidad totalmente innovador, que pensándolo bien puede ser replicado con otras personas adaptándolo y añadiéndole cosas bastante interesantes.
Días atrás comentamos otro ejemplo de publicidad creativa de una empresa Alemana que fabrica chicles y que los promociono con tickets de estacionamiento con sabor a menta .