A menos que hayas vivido bajo una roca o en otro planeta desde hace unos pocos años , debes haber escuchado el ruido que vienen haciendo las criptomonedas, y bitcoin en particular. Los debates están estallando por todas partes, ya escala mundial; en televisión, medios impresos e incluso grupos de chat de WhatsApp. Pero la pregunta fundamental que siempre surge es ¿Qué es el Bitcoin? Bitcoin, junto con otras criptocurrencias (cripto), como Ethereum, Ripple, NEM, Litecoin, Dash, Zcash y cientos más, son básicamente una forma de moneda digital, donde las técnicas de cifrado se utilizan para regular la producción y verificación de transferencias de tales unidades.
QUE ES UN BITCOIN
Las Criptos tienen actualmente una capitalización bursátil de US $ 100bil (RM419.36bil) y ha crecido a una alucinante tasa de más de 1.000% en los últimos 12 meses. Para poner las cosas en perspectiva, este tipo de monedas ahora son acumulativamente dignas de un poco más que las reservas extranjeras del Banco Negara Malasia de US $ 98bil (RM411bil). Los defensores de esta tendencia monetaria señalan que el asombroso crecimiento en el precio y el volumen comercial justifica su creencia de larga data de que esto es de hecho una moneda para la era digital.
Pero en una nota más seria. ¿Bitcoin es una moneda legítima o un activo de clase de inversión? ¿O es ambos? ¿Es la madre de todos los disruptores digitales o simplemente una burbuja épica que está destinada a estallar, al igual que la famosa manía de tulipanes de los años 1600?
El Bitcoin, que nació en 2009, fue diseñado por un individuo o grupo desconocido, conocido simplemente por el seudónimo Satoshi Nakamoto. El objetivo era construir una moneda descentralizada, o efectivo electrónico, que podría enviarse a cualquier parte del mundo en cuestión de minutos.
La moneda digital es por naturaleza escasa ya que tiene que ser «minada». El proceso de «minería», en pocas palabras, implica la solución de algoritmos matemáticos complejos que aseguran y verifican las transacciones que tienen lugar a lo largo de la red en todo el mundo. A su vez, éstos se actualizan continuamente a un ledger ( libro o archivo informático para registrar y totalizar transacciones económicas medido en términos de una unidad monetaria de cuenta por tipo de cuenta, con débitos y créditos en columnas separadas y un saldo monetario inicial y saldo monetario final para cada cuenta), denominado blockchain, que registra todas las transacciones de Bitcoin en todo el mundo y está disponible para un equipo cualquiera que ejecute el software de minería.
La belleza de las criptos es que no son propiedad de ningún gobierno o banco central, y como tal son supuestamente «más seguras», ya que están libre de la influencia del gobierno.
Si una moneda se define como un «valor almacenado», entonces por definición Bitcoin se ajusta a la norma, Pero yo diría que para que sea verdaderamente una moneda, también debe ser fácilmente convertible en bienes cotidianos que la gente puede consumir, de lo contrario no tendría sentido ser dueño de ella, En la actualidad, sólo tres comerciantes en línea aceptan pagos Bitcoin, y algunos países han permitido cajeros automáticos Bitcoin.
En lo particular me gusta al igual que otros blogueros en la red comparar el Bitcoin con el oro, un activo de inversión que la gente aprecia durante miles de años y al cual se le impone un valor, y se convirtió en la moneda corriente en uso antes de los conocidos billetes. Las similitudes son notables: el oro también es escaso y requiere un proceso minero complicado, puede ser transferido de una parte a otra y tiene un seguimiento casi religioso.
Sin embargo, Bitcoin tiene una ventaja abrumadora sobre el oro físico: la facilidad con la que se puede transferir la propiedad, y esta propiedad (aunque anónima) es controlada por la tecnología blockchain. Se podría argumentar que Bitcoin es el oro de la era digital y el mundo está experimentando el equivalente de hoy en día a la fiebre del oro.
